Nos ha costado un poquito elegir, pero aquí tenéis un listado con los instrumentos esenciales en esta etapa. Percusión, cuerda y viento para ampliar la variedad y la diversión. Coge papel y boli que toca añadir alguno a la lista de deseos 😉
Los huevitos o shackers son uno de los primeros instrumentos que tu bebé podrá explorar y hacer sonar. Fáciles de agarrar y ligeros, disfrutarán con ellos hasta muy mayores.
El primer instrumento de viento de tu peque. Con esta versión sencilla de la escala diatónica y sólo cuatro lengüetas podrá usarla desde que sea capaz de controlar el soplo.
Cuando ya se sientan bien solos empiezan a interesarse por instrumentos de baqueta como el pandero. Es conveniente elegir bien el material del que están hechos: un parche de plástico no tendrá buen sonido, pero un parche de piel fina puede romper fácilmente ante el ímpetu de un peque de estas edades.
Sencillo e hipnótico, el tambor de olas sorprende y centra la atención del niño en el sonido de forma mágica. Si además encuentras un modelo transparente, la fascinación está asegurada. 
En versión miniaturizada, este instrumento de origen latinoamericano ofrece multitud de posibilidades a la exploración y su técnica final es muy interesante para desarrollar y controlar el movimiento en los mayores de 2 años.
Desde que comienzan a dar palmas solitos pueden jugar con ellas. No sabemos si será porque los profes de CrecienDoMiSol comenzamos las clases con este instrumento pero en nuestra experiencia siempre triunfa.
Si elegís uno pequeño podrá sostenerlo desde muy temprano. Interesante para interiorizar intuitivamente la relación entre vibración y sonido.
No hay peque al que le guste la música que no sueñe con tener uno y sentirse como una estrella del rock. A partir de 2 años pueden empezar a rasguear ritmos y familiarizarse con el ukelele.
Un clásico que no podía faltar en nuestra lista. Para comenzar a experimentar con los instrumentos melódicos y con la cualidad de la altura del sonido. Éste en concreto con la posibilidad de elegir sólo la versión de tres placas y una afinación perfecta.
Y cuando ya verbaliza y comienza a cantar el kazoo le estimulará a seguir haciéndolo y a descubrir todas las posibilidades de su voz. Un instrumento quizá menos conocido pero para nosotros un imprescindible en esta etapa.
