Los conciertos en familia son una buena oportunidad para expandir horizontes y ampliar el bagaje sonoro de nuestros peques. ¿Nunca te has atrevido a llevar a tu hijo a algo así? ¿Te da miedo que se asusten o “se porten mal”? Por supuesto que cada niño es un mundo y nadie mejor que sus padres para saber lo que ofrecerle, pero a veces hay que dejar las expectativas a un lado y atreverse (como para todo en la vida 😉 ).
En general, si el espectáculo está bien preparado, la experiencia es tan nueva y estimulante que los bebés y niños pequeños se quedan con la boca y los ojos abiertos como platos absorbiendo todo lo que pueden a través de los sentidos y, en el caso de los más mayorcitos (a partir de 2-3 años) que se muevan, bailen o respondan a la música nunca es un problema en estos contextos, ¡todo lo contrario!
Entonces, ¿cómo decido cuál es el apropiado?
Algunas de las cosas que debéis tener en cuenta para elegir uno de estos eventos, desde nuestra opinión profesional y parental son:
- Fíjate si el espacio esté preparado para ellos (comodidad y altura de los asientos o posibilidad de sentarse en el suelo, oscuridad no absoluta, temperatura).
- Aprovecha la ocasión para ir a conciertos con música en directo, con voz, con instrumentos (mejor si no están amplificados), con sonidos que les interpelen desde la cercanía y de los que puedan sentir la vibración. Ten cuidado con el volumen en el caso de que haya grabaciones y no dudes en pedir que lo bajen si consideras que es excesivo.
- Pregunta antes cómo habría que hacer ante la posibilidad de que tengáis que salir de la sala y si podéis regresar sin problema (puede ser que haya que ir al baño corriendo en la fase de quitar el pañal, puede ser que rompa a llorar y necesite salir del ambiente, etc.)
- Puedes elegir de acuerdo a sus gustos en los primeros conciertos pero luego ¡sorpréndele! Abrir oídos a otros estilos y culturas ensancha el corazón 🙂 También puedes buscar aquellos que más se acerquen a tus preferencias para compartir emociones.
- Busca conciertos con una duración consecuente con su capacidad de atención para no saturar a tu peque. Unos 30-45 minutos son más que suficientes.
- No olvides llegar con tiempo para que la experiencia no les resulte estresante.
Vivir un concierto en familia es una excelente manera de disfrutar de un ocio compartido y el éxito será seguro si elijes uno donde todos, grandes y pequeños, tengan su espacio. Puedes comentarnos tus experiencias o recomendarnos alguno al que hayas asistido en los comentarios. ¡Esperamos tus aportaciones!
(Imagen del concierto Aúpa leré, compañía Percumento)